ii. hasta los rascacielos tienen escaleras de emergencia, aunque no sean visibles
Todo sucedió rápido. Aunque fueron en realidad años, un momento súbito de cambio se me enganchó en las orejas y me hizo redirigir mis pasos sin mayores preguntas. Todo comenzó cuando abordé la reflexión acerca del propósito de la vida en una callada tarde pandémica. Andaba por alguna callecita de Manhattan, sola y con un fr…