concreto y diminuto, inminente e inmensamente un mundo, tuyo

Todo es eso. Lo pequeño. Lo que es imperceptible: el pequeño detalle, la pequeña carta, las cosas que en suma miras un domingo de tarde. Colocarlo todo con suavidad e intención sobre una mesa de esas viejas, de las que heredas de vidas anteriores. Darte cuenta de que es ahí, en medio de ese conjunto de sensaciones (convertidas a veces en ob…

Te vas a Buenos Aires y hoy suena la memoria de tus manos

Suena una milonga de Piazolla y no puedo evitarlo: consigo el primer papel posible.   Hoy no traje nada así que toca escribir en la última página del poemario de Álvarez Miguel, el mismo que leímos en voz alta en el café de la calle del Parque.   Recuerdo que fue ese día que me revelaste, como un misil, que te mudabas inminentemente a Buenos Aires…

¡Bienvenidas las luces salvadas de la sombra!

Para siempre.