Los trabajadores que empiezan a martillar en el edificio del frente no tienen idea. Con cada martillazo me despiertan a la realidad de mi soledad covidosa elegida. No sabes cuánto me gustaría mirar a mi derecha o a mi izquierda o hasta encima de mí y ver a alguien, un cuerpo, vivo por supuesto. Son las seis de la mañana y entre martillazo y martillazo me entero de que uno de los hijos de uno de ellos está en antibióticos por que tiene un virus de esos que le da miedo a cualquiera en estos tiempos en que todo es un síntoma de la vida que va y viene.
Cierro mis ojos de nuevo como intentando acallar la realidad de los trabajadores y adentrarme en la propia, la del sueño. Pero me dura quizás menos de un minuto. Sonrío. Los trabajadores esforzados y hábiles siguen hablando de sus vidas a viva voz. Imagino que lo hacen con todo el propósito. Imagino también que son de personalidad conquistadora cual Américo Vespucio y Gonzalo Jiménez de Quesada. Definitivamente para el segundo nombre tuve que hacer una búsqueda en Internet pues mi conocimiento de la historia, aunque amplio, a la vez, está muy distante. Y es que la historia propia ha sido tan vívida, tan, tan Frida Kahlo… que me pierdo entre mis propios continentes y patrias emocionales muchas veces. Y aquí, precisamente aquí, entre Frida, Américo y Gonzalo en quien pienso es en la versión de mí de las seis de la mañana:
Poder escuchar a los trabajadores. Poder sentir empatía por ellos. Poder, de hecho, abrir los ojos y darme cuenta de la vida. WOW. WOW. WOW. ¡Qué maravilla! En momentos de quietud, cuando sentimos que hay vacíos en nuestras vidas, basta simplemente un acto para ver lo que ya es completo: detenernos. Detenernos y ver nuestra humanidad, nuestro privilegio… nuestra conciencia.
¿Buscas una señal para hacer de tu vida algo maravilloso? Esta es: ¡mírate adentro! Piensa en tus huesos, en tus músculos…. Cómo se han ido formando sin que tú lo ordenes. Piensa en tus recuerdos, en tus experiencias… Cómo se han ido formando gracias a tus decisiones. Piensa en que si puedes leer esto que escribo o escuchar esto que te hablo de alguna forma es por que eres una maravilla. Lo tienes todo. No te hace falta nada. ---YINQ©