Esta vez en la mesa de la esquina del café Petisco

Esta vez en la mesa de la esquina del café Petisco me recibe la conversación de dos amigas milenarias, universales.  Mientras me tomo mi café noto que una le dice a la otra: "... sólo tienes que adaptarte a tu nueva situación". Y lo logro, aunque no sea yo parte de la idea, sólo por un segundo.  Segundo que me permite pensar en que no importando la edad uno siempre se está enfrentando a tantas nuevas situaciones.  Me pregunto: "¿Y ellas cuántos años tendrán?" Ya al segundo segundo recibo a la nueva situación.  Y siento que me entrego.  Esta vez, por completo, a esta ciudad que te persigue y se te escabulle y que si no respiras hondo te envuelve en su bella marea de prisa y diferencia.  Afuera caen hojas de verano.  Para mí, claro, ya es verano.  Y acaba de llegar la felicidad vestida de hombre con sombrero de paja clara y una t-shirt gris adornada con la insignia de Mickey Mouse.  Toca él, la felicidad, con delicadeza el cristal, desde afuera, saludando a las amigas milenarias, llenas de canas y risa.  Ya adentro les suelta una carcajada y les dice con confianza: "I hope I am not interrupting your lunch."  Aún cuando sabe bien que está interrumpiendo el almuerzo a niveles desbordados de intención.


La vida, pienso al fin... la vida no es tan complicada ná.

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Intento ahora tomar una foto de la esquina del salón, por aquello de encapsular este momento... y el mesero del cual no recuerdo el nombre se mete en el medio.  Me río a carcajadas mientras en mi inglés roto le digo con agradecimiento y una carcajada más grande que la luna llena: "This is the best photo of my entire week!"

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Ahora presto atención al tiempo.  Ubico mis ojos y mi mente.  Se escucha una canción que se titula: "Do I make you feel shy?"

Esta ciudad está tan llena de símbolos y alegrías enfrascadas en cafés y nuevas cartas y acentos y agendas.

Con amor a la vida,

YINQ

Texto y Fotografías/Edición
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