nunca olvides que si existen los sueños es porque existes tú

 amigo, amigo mío.  pareciera que te ganó la guerra y como si, de pronto, tus cicatrices perdieran relieve.  sin embargo, amigo, me toca decirte que no hay nada más real que esto por lo que apuestas.  mírate adentro.  ¿acaso no ves tu claridad?  ¿acaso no ves cómo se te desbordan las estrellas?

amigo, amigo mío, no te dejes engañar.  que el fuego no es más que uno de los cuatro elementos.  no tiene por qué consumirte, no tiene por qué construirte.

date cuenta, amigo, amigo mío, que no has de conformarte.  no te conformes.  no te conformes con ser lo que te dicen. 
aspira a menos. siente más.

amigo, amigo mío, te advierto.  esto es sólo el comienzo.  el área de descanso antes de apostar por más de lo que realmente eres.  que aquí no has de quedarte.  quiero verte estallar, de energía, de palabras llenas de colores e intencionalidad.  quiero que cumplas cada uno de tus sueños y
que nunca, nunca, nunca olvides que si existen los sueños es porque existes tú.  lleno de células, conexiones nerviosas, sinapsis, plasticidad... pero, sobre todo, lleno de la capacidad de cambiar al mundo con tan solo una palabra.  con tan solo imaginarlo un poquito mejor, lleno de más sentido y menos guerras.

amigo, amigo mío... coexiste. 

en ti. 




y. isabel © 19 de mayo de 2015

 




Texto y Fotos Y. Isabel