pienso en la calma. la que tengo y la que me falta. es tan de otro mundo reconocer que ambas pueden coexistir: calma sobre algunas cosas, falta de calma sobre otras. amor sobre algunas cosas, falta de amor sobre otras. y así sigue la ecuación. sé que me entiendes, Peque. sé que sientes igual y aún más los domingos. cuando se va agotando un tanto la libertad del tiempo. pero qué bueno que existe como quiera el tiempo suficiente hoy como para visitar memorias preferidas, arpegios coloridos, y calles que atardecen. hasta el próximo suspiro.