Él amaba a París.

Creer en una misma, ¡un acto de magia! ✸— Desde que nació @elvalsdelatarde, comencé a notar que habían botellas de cristal que quería lanzar al mar, con creencias, preguntas, fotos, canciones, colores. 


La verdad, en un principio, este vals se sintió como un rayo demasiado vivo, sin coordinación psicomotora. Y, ¿eso por qué? El vals nació luego de una pérdida; una persona querida y admirada falleció. 

Él amaba a París, al escultor Auguste Rodin, el Bajo Manhattan, el trabajo social, la psicología de la niñez. Era un hombre lleno, de esos que se desbordan en arte por su amable forma de mirarte con palabras. Su presencia era dulce, suave, como la lana. 

Cuando me enteré de su pérdida, lloré mucho... nunca le dejé saber que su breve pasar por mi vida, que su risa, que su sarcasmo bello, me había impactado. 

Recuerdo que me retrató sin mi permiso cuando llegué un día con el pelo color zanahoria a nuestro lugar de encuentro. De hecho, nunca se enteró que si decidí ir de lleno a ese color zanahoria intenso, fue, en parte, por su comentario casual cuando me vio en mi primer intento de teñirme el pelo de un rojo vino que compré en la farmacia: "Fíjate, no se te nota mucho". Entendí lo que quiso decirme: "¿Por qué no lo haces por completo? A ver, ¿no que eso es lo que quieres?"

Así que, aquí está, tiro esta botella al mar, comienzo a desvestir al miedo, y a verme por completo.

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Con amor, 

Y. Isabel