Edith llegó a mi vida en un camión de carga. Su estuche descansaba sin espacio entre una estatua desgastada de Flaubert y las cartas que encontró abuela en un submarino encallado en las costas del Adriático. —Ejercicios para contarme [octubre 13, 2023]

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¡Hola, hola!  Hoy publicaré una carta, la tercera, en mi boletina.  Me entusiasma siempre compartir mis ideas a través de este formato y espacio porque es muy intencionado y no tiene vuelta atrás.   En comparación con las publicaciones en plataformas públicas, lo que se envía a través de esta boletina —newsletter— no tiene marcha atrás, lugar de r…

—¿y cuándo vas a volver a escribir? ::::11 de enero de 2019 Nueva York, Nueva York:::: pues parece que hoy. parece que hoy voy a volver a escribir. sin ninguna necesidad más pura que esa, escribir y ya. como comencé a hacer de niña y luego con mayor fuerza en el dos mil diez.   ¿y por qué escribir? ¿para qué escribir si ya se ha dicho todo? si hay…

No es lo mismo ir tarde en el tren parada que ir tarde en el tren sentada.    Hay cierta liviandad, un  cuasi honor  al que se accede en ese acto de encontrar un espacio dond e sentarse en el tren.    Sí.    Ir en el tren y tener asiento se siente, en realidad, como ganar una medalla al principio y final del maratón del cada día que es la vida.   …

Bienvenue✸ Comencemos por hablar de la verdad. No sé hablar francés. Ojalá un día de estos me dé con abandonar hábitos que no conducen a nada (sé que sabes de los que hablo ). Ojalá, entonces, liberar al tiempo para apapacharme con el idioma de la Avenida de los Campos Elíseos. Mientras tanto, trabajaré en esta boletina ocasional y amable. Quizá…

Creer en una misma, ¡un acto de magia! ✸— Desde que nació  @elvalsdelatarde , comencé a notar que habían botellas de cristal que quería lanzar al mar, con creencias, preguntas, fotos, canciones, colores.  La verdad, en un principio, este vals se sintió como un rayo demasiado vivo, sin coordinación psicomotora. Y, ¿eso por qué? El vals nació luego …

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Desde el 2013, llevo en mis bolsillos un marullo de diálogos, nudos, sensaciones, cadencias y suspiros de esta novela, mi primera novela: Para que un beso exista. Esta novela ha sido mi amiga, confidente, mi némesis, mi reality check y mi quehacer, a veces por semanas, a veces por meses. También ha sido silenciosa en ocasiones, por no decir semana…

He escrito sobre esto desde tantas vidas y, sin embargo, nunca de esta forma.   Sí.  Nueva York es un océano.  Y me lo recuerda Google, y, a veces, pocas veces, la ciudad que llevo en la cartera para mirar en días monocromáticos, tú sabes... yo creo que sabes de los días que hablo.  Sí.  Esos días en los que, en mi caso, los confines de esta isla …